Cuentagotas
Sumergido en el círculo se hace laberinto en la ética de ser otro. Corbatas de seda. Papeles en el cesto. Secretarias efímeras. Su jefe sigue gordo. La foto de sus hijos. Caen muros y trofeos aplausos y máscaras. Tras el telón la rutina baraja su teatro. Se sabe vulnerable. Nueve y veinte tantea los bolsillos y recurre a su cospel. Regresa a casa. Su mujer los besa. Relaja el cuerpo y sostenido de sonrisas culmina de pie. Su café se enfría nada más blanco que el sabor de su deshielo.
de El orbe es mi ceniza
Sábanas blancas
Hace mucho que no escribo
no releo no pulo no plagio
Suelo dormira la izquierda de un fantasma
de Rompevidrios
La aceituna
En 1987 American Airlines ahorró 40.000 dólares eliminando una aceituna de cada ensalada que sirvió en primera clase. Contra el vidrio en la cabina de mandos a la velocidad de la muerte se rebela la aceituna. Por el altavoz, la azafata, anuncia: Atención Atención la aceituna verde no se deja atrapar. Absorbidos por la ira los pasajeros se precipitan: “aceituna verde aceituna verde y aterrada aceituna verde y condenada aceituna del mal a c é r c a t e “ Por el mismo altavoz, el piloto, desahoga: Atención Atención motor en llamas, motor en llamas. Y todos a la vez agachan sus cabezas. Cabezas de ira. Cabezas blancas de ira. Cabezas de fuego en el final. Y dirán las pericias que fue un accidente que la aceituna, de primera, no fue devorada que a esa altura, el milagro, ya había ocurrido: la ira de los otros ahora es su ira. Aceituna negra, llena de ira.
El sol se derrama y el avión se estrella.
Acaba la ira.
En la caja negra da vueltas la aceituna.
de Rompevidrios
Inéditos
Abrir las alas
ella quiso ser una mariposa fugaz pero se tuvo que contentar con ser apenas un bicho más de esos bolita
Condena
río eso serás un río quieto como esos que fluyen río arriba buscando escaparse de aquello que siempre dicen olvidar
Las uniones imposibles
esta vez la historia transcurre al caer la noche gritos en la nieve nieve blanca sangre tibia alguien canta un dulce manjar azafranado picante como el engaño decisivo como el amor ella escapa y el lobo extraviándose de la muerte regresa desnudo de presas a su cuento original
"La mayor parte de la escritura se hace lejos de la máquina de escribir"
Henry Miller
ya en marcha y en plena autopista se puso a revisar en su memoria lo que hasta ahí le parecía el mejor cuento que había escrito la noche anterior a solas con su gato y sus puchos sin embargo no pudo dejar pasar por alto el detalle el ínfimo descuido de olvidar poner una coma a su texto una mísera y puta coma necesaria a esta altura para que su relato fuese el mejor de todos o sin querer el mejor de esa noche por lo tanto debería volver debía regresar por aquella coma o todo se arruinaría y su cabeza ya no volvería a ser la misma de antes de antes del atado de cigarrillos el gato lamiéndole las manos y su mujer tirada sobre la madera con el cuchillo en el pecho
Córdoba, miércoles 22 de abril de 2009
A la Dra Almuni De nuestra mayor consideración: Por la presente nota le acercamos informe del estado y de otras consideraciones a tratar de la vivienda de Antonio del Viso 861, Alta Cba. A nivel general la casa se encuentra en muy buen estado de presentación y de conservación, lo cual hace que se torne muy agradable y confortable su vivir. Los únicos detalles de pintura son los correspondientes a las distintas aberturas (puertas, marcos, ventanas). Por tal motivo se podrían realizar algunas mejoras, sin necesidad de repintarlos completamente. El lavatorio del baño (parte superior) presenta problemas de estructura y de colocación, por lo que recomendamos su recambio. Con respecto a la falta del picaporte en cocina no consideramos necesaria su reposición, ya que dicha puerta, que da al patio, se encuentra bloqueada por un mueble de cocina que necesariamente debe ocupar ese lugar. Por último le solicitamos, para el pago de alquiler del próximo mes, considere un descuento proporcional, ya que tomamos posesión de su vivienda el día martes 14 del presente. Sin otro particular la saludamos atte, esperando su pronta visita.
Aldana Striglio Gabriel A. Riobó
Suerte
La suerte está echada. Ha sido un largo día para ella, necesita descansar. La suerte está tranquila, recostada, ahí nomás, junto al río. Deshoja una nube, silva con el viento. Se ríe, llora. Espera algo. O alguien que le diga: —Hoy es tu día de suerte.
Cargohidratos Glúcido Sacárido se morfaba los cargos. Gerente, recepcionista, profesor, operario, director, estampador textil, serigrafista, clarkista, repositor externo, asesor, senador, jefe de personal. Se los morfaba a todos. No dejaba disponibles. Ni bien salía uno, allí estaba: presente y afiladísimo. Competitivo. Su curriculum vitae era enorme. Los médicos que alguna vez lo atendieron nunca pudieron ponerse de acuerdo, unos opinaron sugestión, otros, digresión. –Masticate un chicle, tragá saliva – le aconsejaban sus amigos. Pero no había caso. Apenas agarraba un puesto los botones de su camisa explotaban como una ballena adentro de una Pelopincho. Glúcido Sacárido no usaba escarbadientes. Tenía la ventaja temporaria de la arrogancia, pensaban sus competidores. Saciarse hubiese implicado permanecer fijo. Pero no. Por eso seguía. Por eso se seguía empleando en morfarse los cargos. Uno por uno. Incluyente. Al asecho. Más allá de los sueldos. Rápido y tajante. Pero en el 2009 la bulimia del desempleo se tragó a unos cuantos. Glúcido Sacárido. El día que lo echaron no pudo digerirlo.
El interior de la ballena
Nada más cercano a nosotros mismos que nuestro propio interior. Sin embargo cuando hablamos “del interior” lo hacemos siempre desde un supuesto centro, centro a su vez leído e interpretado como otro y desde otro interior. Lo y El interior es definido entonces como doble lugar de posicionamiento y límite ilimitado del enunciador y de los enunciados (lugar del que fotografía/lugar de que recepta). El interior es un supuesto imaginario compartido. La fotografía es incorporación de imaginarios: ABSTRACTO/FIGURATIVO; todo el arte fotográfico debería ser conciliador, porque todo interior es recorrido, itinerario, extrañamiento, por y para descubrir. Toda fotografía es interior y anterior a sí misma.
Gabriel A. Riobó nació en Pto Madryn en 1977. Al año se radicó en Bell Ville y desde 1996 vive en la ciudad de Córdoba. Participó en los grupos literarios Comerás papel y Disculpen la demora. En el 2003 con “El orbe es mi ceniza” obtuvo el Premio Glauce Baldovín para autores inéditos. Con “Rompevidrios” mereció la 4ta mención del concurso Premio Estímulo Jóvenes Creadores de Córdoba 2005. En la actualidad cursa(ba) la carrera de Letras Modernas en la UNC y dicta talleres culturales en Casa del Joven y DASPU. Con un grupo de amigos fundó tinta de negros ediciones. Con respecto a la poesía y otros “géneros” no cree mucho en las etiquetas o fórmulas preestablecidas, más bien prefiere hacerse amigo de las palabras y ver pa`dónde disparan. Le gusta matear, sacar fotos y escuchar a los Beatles.
Hasta el momento no ha sido traducido a ningún idioma. gabrielriobo@hotmail.com
Hasta el momento no ha sido traducido a ningún idioma.