Un botón en lugar de un dogma o de una idea.
Abotonar las cosas a sus usos.
Un botón que une la espalda del pijama de aquel que duerme al
colchón.
Otro botón que une la palma de los guantes del soldado
con la parte lateral de sus muslos, para que forme y se
cuadre.
U otro, por ejemplo, que une la palma de un guante con la
de otro guante
para obligar al rezo. En definitiva, una sutil dictadura
consistente
en botones dispersos por la piel de las cosas.
De Riverrum
Juan Andrés García Román (Granada, 1979