martes, 26 de julio de 2011

Boby dogy - Laura Yasan



abrí la puerta y encontré un animal
lamía sobras del amor
subí a la compasión y traje leche tibia
busqué una tienda en medio de la noche
compré alimento para perros
una correa hermosa
salimos a pasear y volví con el cuello lastimado
busqué algo abierto en medio de lo mismo
conseguí una curita y aspirinas
él seguía con hambre de ese plato
le ofrecí restos de otra carne
hubo mordida astillas y sutura
busqué pañuelos en medio del cansancio
busqué en el beso y en las habitaciones
el nido de esos ojos el lazo la medida
busqué en la permanencia en la postergación
él me vio arrodillada buscando su alimento




Laura Yasan nació en Buenos Aires, Argentina, en 1960. Ha coordinado talleres de escritura en unidades penitenciarias, orfanatos, asilos y bibliotecas. Sus poemas han sido publicados en diferentes revistas literarias de Argentina y el exterior. En 1988 integró la “III Antología Ilustrada de poesía joven” (Editorial Hombre Nuevo) y en el 2000 la antología poética Zapatos Rojos 2000. Publicó “Doble de alma” (poemas, Tierra Firme, Bs.As.1995). “Cambiar las armas” (poemas, Botella al mar, Bs.As.,1997), Loba negra (poemas, La bohemia, Bs.As.,1999 y Edit.Educa, Costa Rica, 1999) y “Cotillón para desesperados” (poemas, la Bohemia, Bs.As. 2001). “Loba negra” recibió el Premio Unico de Poesía EDUCA, Costa Rica, 1998). “Cotillón para desesperados” recibió mención especial del jurado en el IV Premio Internacional de Poesía Ciudad de Medellín, Colombia, 2002. Su obra fue parcialmente traducida al inglés y publicada en la antología “Poetry Ireland Review”, Irlanda, 2002. Integra desde el 2000 el consejo de redacción de la revista literaria “Los rollos del mal muerto”.

lunes, 18 de julio de 2011

Permanencia - Gioconda Belli



Duro decir:
Te amo,
mira cuanto tiempo, distancia y pretensión
he puesto ante el horror de esa palabra,
esa palabra como serpiente
que viene sin hacer ruido, ronda
y se niega una, dos, tres, cuatro, muchas veces,
ahuyentándola como un mal pensamiento,
una debilidad,
un desliz,
algo que no podemos permitirnos
-ese temblor primario
que nos acerca al principio del mundo,
al lenguaje elemental del roce o el contacto,
la oscuridad de la caverna,
el hombre y la mujer
lamiéndose el espanto del estruendo-
Reconocer
ante el espejo,
la huella,
la ausencia de cuerpos entrelazados
hablándose.
Sentir que hay
un amor feroz
enjaulado a punta de razones,
condenado a morir de inanición,
sin darse a nadie más
obseso de un rostro inevitable.
Pasar por días
de levantar la mano,
formar el gesto del reencuentro y
arrepentirse.
No poder con el miedo,
la cobardía,
el temor al sonido de la voz.
Huir como ciervo asustado del propio
corazón,
vociferando un nombre en el silencio
y hacer ruido,
llenarse de otras voces,
sólo para seguirnos desgarrando
y aumentar el espanto
de haber perdido el cielo para siempre.

Poeta y novelista nicaragüense nacida en Managua en 1948.
Junto a Ernesto Cardenal y Claribel Alegría, inició la renovación de la poesía en su país. Un marcado acento
erótico impregna buena parte de su obra, aunque la última producción denota una gran preocupación por los
cambios políticos de su patria.
Entre los libros más reconocidos, se destacan «Sobre la grama» y «Eva»